¿Cuántas veces te has puesto a stalkear el perfil de alguien y te has preguntado por qué tu vida no es tan perfecta como parece? Las redes sociales se han convertido en nuestro escaparate al mundo, pero ¿estamos viendo una versión real de la vida de los demás o solo un montaje bien elaborado?
La verdad es que las redes sociales pueden ser una verdadera montaña rusa para nuestra salud mental. Por un lado, nos permiten conectarnos con amigos y familiares de todo el mundo, compartir momentos especiales y descubrir nuevas cosas. Pero por otro lado, pueden generar muchísima ansiedad y hacernos sentir como si siempre nos estuviéramos quedando atrás.
El espejismo de la perfección
¿Recuerdas cuando las fotos eran solo recuerdos impresos? Ahora, cada momento de nuestra vida se convierte en una oportunidad para crear el post perfecto. Con un poco de edición, cualquier foto puede parecer sacada de una revista. Y es que, seamos honestos, ¿quién quiere ver una foto de alguien comiéndose un taco en la calle con los pelos revueltos? Las redes sociales nos muestran una versión idealizada de la vida, donde todos son felices, exitosos y guapísimos.
Esta constante exposición a la perfección puede ser tóxica para nuestra autoestima. Nos comparamos con los demás y nos preguntamos por qué nuestra vida no es tan emocionante o divertida. Pero lo que no vemos es todo el esfuerzo que hay detrás de esas fotos perfectas, las horas que se pasan editando y buscando el ángulo ideal.
El miedo a perdernos algo
¿Te suena familiar la sensación de tener que estar constantemente conectado? El FOMO (por sus siglas en inglés “Fear Of Missing Out”), es decir, el miedo a perdernos algo, es un sentimiento muy común y muy potente en la era de las redes sociales. Queremos estar al tanto de todo lo que pasa, desde las últimas noticias hasta los detalles más insignificantes de los planes de nuestros amigos.
Pero esta necesidad de estar siempre conectados puede ser agotadora y generar ansiedad. Nos perdemos en un mar de información y nos olvidamos de disfrutar del momento presente. Además, ¿cuántas veces has dejado de hacer o disfrutar algo importante porque estabas demasiado ocupado mirando tu teléfono?
El impacto en nuestra autoestima
Los likes y los comentarios son como la moneda de cambio en las redes sociales. Cuantos más tengamos, más validados nos sentimos. Pero esta búsqueda constante de aprobación puede ser peligrosa para nuestra autoestima. Si no recibimos la cantidad de likes que esperábamos, podemos sentirnos rechazados y poco valorados. Y ni hablar del ciberacoso. Las redes sociales pueden ser un lugar muy cruel, donde la gente se siente libre de decir cualquier cosa sin pensar en las consecuencias. Los comentarios negativos y los ataques personales pueden tener un impacto devastador en la salud mental de las personas.
¿Qué podemos hacer para controlar el efecto de las redes sociales y la ansiedad que nos generan?
No todo está perdido. Hay muchas cosas que podemos hacer para reducir el impacto negativo de las redes sociales en nuestra salud mental. Intenta esta práctica:
Establece límites: Define cuánto tiempo vas a pasar en las redes sociales y respétalo.
Aprende a leer entre líneas: ¿Esa foto es real o es posada? Observa a la gente en la calle tomándose fotos. ¿Has visto cómo pasan de estar cada quien en su teléfono sin siquiera hablarse, para de pronto abrazarse super sonrientes para tomarse el selfie? Y en cuanto pasa la foto regresa cada quien a su espacio. Los que ven la foto piensan que están súper conectados pasando un momento increíble. ¡Puro cuento! Pero nos lo creemos.
Sé selectivo con lo que consumes: Sigue cuentas que te inspiren y te hagan sentir bien. Recuerda que muchos “influencers” reciben pagos para promover lugares o productos. No creas todo lo que lees.
Dale prioridad a las relaciones en persona: Las conexiones reales son más importantes que los likes.
Practica la autocompasión: Acepta que eres humano y que todos tenemos días buenos y malos.
Desconéctate: Dedica tiempo a actividades que te gusten y te permitan desconectar del mundo digital. ¡No pasa nada si te pierdes una tarde completa! Te vas a sentir liberado y podrás disfrutar de ti mismo y de los tuyos.
Las redes sociales son una herramienta poderosa, pero es importante usarlas de manera consciente. No te dejes engañar por la imagen perfecta que los demás proyectan. Recuerda que todos somos humanos y que todos tenemos nuestras inseguridades.
¡Toma el control de tu vida digital y empieza a disfrutar de las cosas realmente importantes!
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